Muestrario de palabras/Epístolas

"El material editado en "Muestrario de Palabras" goza de todos los Derechos Reservados. La administración confía en la autoría del material que aquí se expone, no responsabilizándose de la veracidad de los mismos."

lunes, octubre 23, 2006

Vacuidad, monólogo doméstico

AUTOR: Yossi May


Querida Vacuidad

Sin duda la menos querida de las hijas de la Colonia, y mirando a todos los maridos que tu madre tuvo, el senior Vano fue el mas infeliz. Y si comienzo por Querida es por costumbre solamente.

No puedo escribirte una carta de amor, pues es difícil amar a quien no se ama, tampoco puedo ser bueno, con quien es mala, mala para con si, mala con los que la rodean. En realidad no tengo ninguna palabra buena para brindarte y no tengo suficiente vocabulario como para mencionar todos los calificativos negativos.

Borracha, haragana, manipuladora, infeliz, quejosa, aburrida, inestable, serian los colores que conforman tu personalidad , y yo tuve la desgracia de ser el testigo de tu corrida hacia la nada.

Por suerte, o por mis propias buenas cualidades no me vi totalmente afectado por tu oscuridad, solo en las mínimas partes como consecuencia de la vecindad.

Hace días vengo manifestando que el no dormir te enloquecerá, te sacara del equilibrio y nuevamente te volverás loca. Como tantas otras veces, durante tantos años te has vuelto loca, y siempre en los momentos de ebriedad, encuentras que yo soy el culpable de tu locura. No puedo asumir la responsabilidad de tu locura, en todo momento eras libre d e retomar tu camino sin mi compañía.

Yo no puedo entender que te pasa y no puedo hacer nada para curar tu enfermedad.

Pues tu estas enferma, no dices nada interesante, lo que dices es incoherente y hasta incorrecto. Dices que te gusta escribir, pero no estudias como hacerlo, pues como todas las cosas que haces, las haces en forma mediocre. No entiendo como tu psicólogo no

se da cuenta de la gravedad de tu caso. Sin dudas también a el logras mentir, mejor ahorrar el dinero, si el tratamiento no ayuda.

No me has dado a leer lo que escribiste, por miedosa, por no poder soportar una critica o incluso un sencillo no, seguro le has dado a leer a todo el mundo, y no se si no tengo que asumir vergüenza ante los amigos comunes. Anoche quise ver con quien te escribías o hablabas, pero no lo logre, meses me vengo aguantando saber que haces, con quien haces y luego de haber pasado un precioso día conjunto, lo correcto, lo sano, lo esperado era que te evites conectar por Internet y la bebida.

Solamente una persona enferma puede adoptar ese comportamiento

Espero que tu enfermedad no joda mi carrera y no me produzca un ataque al corazón, que estoy teniendo fuertes puntadas.

Con la máxima sinceridad

Yossi May

domingo, octubre 22, 2006

La Carta

AUTOR: Salvador Pliego (México)

Sabes, desde ese primer día el despertar se ha vuelto diferente. Y no es que haya cambiado algo, o tal vez si… quién sabe... Noto una sonrisa extraña por doquier voy caminando, o será la mía que se asoma sin recato por donde ando deambulando.

Desde aquel día todo se volvió alegría. Aún recuerdo el momento en que te vi y sólo opté por sacar un verso de mi alforja para leértelo entusiasmado. Mientras yo me esmeraba al leerlo notaba tu mirada fija en mí y esa atención que de repente se volvió delirio.

¿Cómo decirte ahora lo que siento, si he escrito tanto para ti y no encuentro más palabras que arrancarle al viento?. Y suspiro por tener del alba la palabra que a tu aliento reconforte y quitarle al menos los vocablos que hagan manifiesto mi sentir.

¿Como decirte ahora que esa sonrisa que departe por la vida me nació de ti y tu
alegría, si no encuentro obra poética más que tu boca en mi boca?.

Mira a lo lejos… Cierra tus ojos… Escucha el mar latiendo con sus olas. Rompiendo espuma y crestas. Hablándole al viento como se hablan los sonidos. Seduciendo las gaviotas con sus alas de bruma en regodeo. Visitando caracolas que brincan sobre infinita grava.

Imagina el mar como aquel perdido verso que aún trato de encontrar.Como aquella bella tarde que intento redactar volviéndola una ola o el azul mirar. Igual que tu mirada que no logro descifrar…

Imagínalo en silencio, que aún no cesa de volar, y se va volviendo canto, murmurándote al pasar…

Mira a lo lejos donde el canto habla entre versos y atrapa cada brisa que revienta en tu mirar…

He tratado de encontrar palabras y decirte lo que siento… cómo es que llevo esa sonrisa por doquier y muy adentro. Pero no hay palabras, lo sé. Simplemente le alegría que me da el diario caminar.

Y resumo para ti esa alegría con los más simples vocablos que la mar me susurró: Te amo.

Mira a lo lejos… Cierra tus ojos… Escucha la mar…